¿QUÉ HAREMOS?

Como en toda experiencia, no se puede describir todo lo que haremos. Pero para abrir el apetito, imaginar, entusiasmarnos, sacar voluntad y decisión, damos algunos rasgos de lo que acontecerá en acciones: lo principal lo hará el Espíritu Santo y Él es imprevisible. 

  1. Lo primero: caminaremos juntos hacia la meta, en metas concretas, que se describen en el itinerario. Esto es un gusto, un sentido y también un esfuerzo y un trabajo. Tiene, sin dudas, un sentido penitencial, de renovación en la esperanza, de centrarnos en Dios.

  2. Mientras caminamos: rezamos, escuchamos la palabra, hacemos silencio, cantamos, también ensayamos y aprendemos.

  3. Un significado especial tiene el llegar y entrar a cada iglesia: actualiza el bautismo por el que entramos en la Iglesia de Dios y la efusión del Espíritu Santo y es siempre acontecimiento de encuentro con el Señor.

  4. Lo principal son propiamente los actos de culto, unidos a Cristo sacerdote, como su cuerpo y esposa, la Iglesia. El culto público tiene en su centro el Santo Sacrificio de la Misa, pero incluye también el Oficio Divino, la alabanza diaria de la Liturgia de las Horas (especialmente Laudes y Vísperas),

  5. Queremos tener la gracia de vivir un Domingo entero, como Día del Señor, Día consagrado, santo (no sólo la obligación de la Misa), que incluye: I Vísperas, Laudes, Santa Misa, II Vísperas. Vivimos la Iglesia que celebra y alaba a Dios por la novedad del Domingo, de la vida nueva de resucitados y ciudadanos del cielo.

  6. El encuentro con algunos santos, que son para nosotros compañeros de peregrinar, nos proclaman la esperanza de vivir en santidad por gracia de Dios, nos proclaman que de verdad la Jerusalén del cielo es nuestra patria, nuestra ciudad.

  7. Si en nuestra peregrinación lo principal son los actos de culto, la Sagrada Liturgia, entonces también ocupa un lugar principal la FORMACIÓN LITÚRGICA, para el culto de la Iglesia. Esta formación tiene diferentes dimensiones: el aprendizaje de cantos y ritos de la Iglesia; la profundización en la fe de la consagración al culto; la corrección de lo que no es apropiado,  la participación interior unida a la mente y el cuerpo. Un poco de estudio.

Lo principal es la celebración solemne de los santos misterios, en la que por los ritos y oraciones de la Iglesia, nuestro cuerpo y nuestra alma se unan a los actos de Cristo y de la Iglesia.

  1. Está todo lo de la vida humana, realizado en situaciones no siempre cómodas: comer, dormir, asearse, limpiar, conversar, ayudarse en necesidades.

Durante la peregrinación vivimos la comunión en la fe, la misma esperanza, unidos en la caridad del Corazón de Jesús. Esto vivido  no sólo en los momentos de culto, sino también en los detalles de la vida: nos ayudamos y sostenemos, buscamos ser pequeños y servidores de los demás, renunciamos a nuestra comodidad por el otro; estamos bien dispuestos y dando alegría y esperanza.

Aquí se incluyen las comidas, los encuentros, los diálogos, los talleres y catequesis, la limpieza y los servicios.