TESTIMONIOS DE LA PEREGRINACIÓN A
SANTA MARÍA 2025
- Todo lo compartido juntos, muchos sentimientos.
- Tenía mucho calor, no podía abrir el colchón, estaba con los pies hechos pomada, agarré unas colchonetas y dormí afuera porque hacía mucho calor. En Florida no encontramos duchas, pero nos arreglamos entre todas, con una manguerita, sacando de la canilla que había para el lavarropa, pudimos más o menos ducharnos.
- Era la primera peregrinación de
mi vida. Cuando vi el aviso en la parroquia, me dije, tengo que hacerla. Pedí a
Dios la gracia para poder hacerla, y me la dio. Agradecida con el Señor, porque
pude hacerla. Agradecida con cada uno de
ustedes, con los sacerdotes, con Ud (Monseñor), con las personas que cantaron
tan lindo el canto gregoriano. Los tres días pasaron muy bien. Me gustó mucho
la solemnidad de todos estos días. Muy agradecido de habernos encontrado.
- Una niña: no nos aburrimos. Fue la descubridora de la manguera para ducharse.
- Fue una linda experiencia. Lindo compartir con todos ustedes. Fue mi primera peregrinación. Me cansé mucho caminando. Pero estuvimos unidos, conversamos, reímos.
- Fue un regalo conocer más la Iglesia en el Uruguay, en sus iglesias, en las personas de distintas partes del Uruguay, incluso extranjeros. Valoro el encuentro con Jacinto Vera en Canelones, y caí en la cuenta que fue el párroco como unos veinte años, lo había leído, pero lo viví.
- la Virgen de los Treinta y Tres. Me gusta ver que cuando se maneja la fe, es algo tan profundo que muy rápido podés abrir el corazón y parece que somos familia, se da una gran conexión y muy rápido conocés a la otra persona. Sentí mucho esto, entrar en que somos familia, pueblo de Dios. También da esperanza sobre el futuro del país. Uno va descubriendo fe en distintos lugares y, más allá de que seamos una minoría, con niños, jóvenes se ve con esperanza.
8)
Monseñor: empezó con que era
con algunos jóvenes. Luego de abrir a todos, aunque no estaba pensado para un
bebe. Parecía una locura.
9) 8. Me encantó todo el ayer el
encuentro con la Virgen.
-
Fue después de toda la
procesión de la tarde del sábado con el rosario y las letanías de la Virgen por
las calles de Florida, y la llegada a la Catedral, el sonido del órgano y el
encuentro con la Virgen de los Treinta y Tres con su himno.
10) Quiero agradecer a todos, fue
una hermosa convivencia. Otra cosa fue junto con la consideración de la bondad
de Dios, compartir los problemas, las dificultades de unos y otros, vividas en
la fe. También las celebraciones. Con las explicaciones y haciéndolo vivir, el
orar con el cuerpo, con los movimientos, viví una concentración. Yo
generalmente cierro los ojos en la homilía. Viví todo de otra manera. Los
cantos gregorianos, me gustaría saber y cantar más en latín.
11) Cuando se hizo la peregrinación nacional en Florida, yo veía llegar
a los jóvenes, yo pensaba: “ay, ¡cómo me gustaría hacer una
peregrinación!¡cuándo habrá una peregrinación para nosotros los mayores! Llegar
acá y presentarnos a la Virgen y presentar nuestras familias y nuestras
intenciones de la fe. Cuando nos llegó el aviso de la peregrinación lo sentimos
como una respuesta a nuestro pedido
Después sucedieron varios problemas, de
salud, tengo lesiones en la columna. ¿cómo voy a caminar? Y esa confianza en el Señor. De decir sí: vas
a poder. Dije: voy a caminar lo que pueda caminar, y lo que no, lo haré en
auto, pero yo a Florida voy a llegar.
Empezamos el primer día y para mí fue
milagroso lograrlo. Y ayer (segundo día) me empecé a sentir mal, me subió la
presión y lo ofrecí al Señor. Cuando bajamos del ómnibus (en Berrondo) con un
calor infernal, dije: bueno, Señor, ahora voy en auto. Después ustedes
empezaron a caminar y yo dije: no, voy a caminar y hasta que no caiga desmayada
no voy a parar, no voy a parar. En el trayecto ya no podía parar, aunque me
dolía todo, las piernas. Pero al llegar
fue una emoción…
En Canelones el encuentro con el Beato
Jacinto Vera fue realmente algo muy emocionante. Me parecía que estaba Jacinto
con nosotros e iba adelante.
Agradecer a todos. A los que nos
recibieron, a los que se pusieron a
nuestro servicio.
Y, como ya decía, vivir la Liturgia, la
Liturgia de la Iglesia. Y poder asimilarnos nosotros eso, los cantos, todo lo
que lleva a la adoración al Padre. Realmente me sentí como en el cielo. Muchas
gracias a todos.
1 12) Los ecuatorianos: quiero agradecer a Dios, a todos. Por la
peregrinación. En Ecuador hay muchísimas peregrinaciones. Pero yo no había
participado en ninguna. Esta es la primera.
-
Tienen que venir a este pueblo
tan laico, para participar en una peregrinación
(risas)
Así uno comprende todo lo que la gente le
ofrece y deposita en manos del Señor.
Yo rescataría que allá hay mucha montaña
y así la vista no llega muy lejos. Quito es una ciudad entre montañas, como una
olla. Aquí uno ve los viñedos, y algo totalmente distinto. Así se aprecia las
cosas propias de la creación de Dios.
En el tramo antes de llegar a Canelones,
verdaderamente el sol era como una carga y terrible. Conversando con algunos el
tiempo pasa un poco más rápido. Y hago la reflexión que muchas veces Dios se
nos manifiesta en las demás personas. Si nosotros aceptamos las manos que nos
ayudan, podemos seguir adelante.
-
Monseñor Sanguinetti: Hay un
salmo que dice que Dios nos proteje, y “el sol no te hará daño, ni la luna de
noche”. Y uno no lo entiende mucho eso, pero ahora lo entendemos. Israel, era
un pueblo de nómades, que frecuentemente padecían el sol y no tenían refugio.
Nos sirve para entender de dónde nacen las experiencias de los salmos. Y
después lo aplicamos a otras experiencias.
Nos hace saborear las Escrituras.
-
Agradecemos el aporte de Mateo
en el órgano tanto en Canelones como en Florida. El órgano es el instrumento
propio de la Liturgia y nos ayudó a vivir la
peregrinación.
13) Yo dudé muchas veces.
Monseñor: Hubo que empujar a muchos
indecisos
Uno corre con ventaja cuando oyó otros
testimonios, porque puede sacar de ahí. La peregrinación en sí significa para
uno demasiadas cosas. Porque en el caminar, hay un montón de hechos. Lo que
contemplamos, como decía Mateo, ahí nos damos cuenta lo que Dios nos dio como
país. Esa valoración que él dio que uno ve al horizonte, que no se corta por
una montaña, que puede ver la riqueza de un campo plantado de vid, por
ejemplo, es algo impresionante; los
diferentes colores, alguien dijo: Dios nos da la oportunidad de conocer un
montón de cosas que no se nos ocurren, si no, porque no están en nuestra
rutina.
Otro tema: caerse y levantarse. Tengo que
confesar que ayer me llamaban y me decían: vos estás loca; te metiste en eso.
Vas a perder el domingo; pero veníte.
-
Fíjense en dónde estamos
metidos: perder el domingo es vivir el Domingo. Perder el domingo es perderse
los ravioles.
Me decían: Pero, ¿qué estás haciendo ahí?
No te consumas ese domingo.
Yo contesté: no, yo ya di mi palabra.
Tengo que seguir, como sea. Además tenía un compromiso adicional con esto de
las filmaciones.
Quiero agradecer porque la fuerza de
todos ustedes hace que uno siga y que camine. Y si no puede caminar, como dice
Teresa de Calcuta, cuando no puedas correr camina, cuando no puedas caminar… no
sé cómo sería. Así que gracias, por poder seguir. Yo asumo la responsabilidad,
sudando. Perdón la imagen, pero es la emoción.
Aplausos y gracias.
14) Gracias a Ud. (Monseñor) se
emocionó delante de la imagen de Jacinto Vera. Porque Ud. da una imagen
imponente. Pero cuando se quebró, es una manera de decir, entonces dijimos: él es humano
como nosotros. Lo tenemos que acompañar. Uno teme su presencia.
(risas)
Monseñor: Quieren que me ría de ustedes:
son como niños, ante la organización que hay que tener que tomar decisiones y empujar, si no, se desarma todo.
1 15) Para mí la peregrinación fue
algo como nuevo. Fue interesante, bonito, conocí personas nuevas, un país nuevo,
personas con quienes se comparte la fe, la diferencia de culturas. Pude alabar
a Dios con todos ustedes.
16 16) Me gustó la peregrinación. Es
la tercera que hago y la más larga. Es una experiencia buena, simbólica de
nuestra vida, simboliza las fatigas, cruces que tenemos. Y que si las ofrecemos a Dios, si las vivimos
bien, de cara Dios, va a colaborar nuestra vida espiritual. Todo lo que vivimos
en el camino , el culto, la Misa, todo eso va a redundar para mayor gloria de
Dios y bien para nosotros y para el prójimo, si lo vivimos bien, con Dios
presente y ofreciendo todo lo que hacemos.
Aprovechar todo, aprovechar el Oficio
divino, tomar cosas que aprovechen a la vida espiritual. Y bueno, estoy muy
agradecido por todo.
17) Fue muy linda. El caminar.
Alabar a Dios. El canto. Y me alegra haber estado.
18) Quiero agregar algo pequeño que observé cómo este niño estaba atento
en el altar a que sus compañeros llevaran esto, llevaran lo otro en el momento
justo.
-
Monseñor: Señalo a todos los
acólitos. Más de uno se da cuenta de todo. Algo de la peregrinación sale por lo
que hay atrás. Por los que ya sirven al altar. Por lo que ya han cantado la
Misa solemne, en gregoriano. Eso permite realizar las celebraciones con esa
calidad, solemnidad.
19) Vivimos algo esencial en los cristianos, que es compartir la fe. Ayuda
el caminar. Para nosotros el acolitar y todo el celebrar juntos.
20) Cuando llegó la invitación, pensé que tenía que venir. Para los
adultos parece que para peregrinar hay que ir a otro país. Ese encuentro que da
el caminar. Y teniendo acá a la Virgen de los Treinta y Tres no había mejor
manera de peregrinar. Hemos venido por el día, pero ahora se daba la
oportunidad de caminar en varios días y la mejor manera de empezar el año
jubilar. Disfrutamos mucho más lo que es aceptar al otro, compartir, recibir
cosas que quizás no era la que esperaba, todo lleva a aceptar, a empatizar, a
recibir lo bueno de cada uno. Luego de pensar en venir, se trataba de invitar a
nuestros hijos. Hemos hecho peregrinaciones en otras partes, pero siempre
deseábamos hacerlos con hijo y nietos;
es otra cosa. La presencia de los niños fue una gran vivencia y también
tolerando algún grito y molestia.
La Liturgia
que era el centro. El gregoriano, que es difícil, pero sentí en varios momentos
que yo no entiendo nada, pero estoy alabando a Dios, más allá de lo que
entendemos palabra por palabra.
Queda el
desafío, si se pudiera hacer un camino para que se participe algo en lengua
castellano, nos haría participar mejor.
Para llegar y volver a esa liturgia, que incomparablemente llega más profunda y llega al alma, creo que eso va a necesitar un aprendizaje.
Monseñor: Hay instrumentos – que se pueden encontrar en Sursumcorda discipulado en la página amicussponsi – para cantar en castellano. Celebramos Misas Solemnes en español y en gregoriano. Es cuestión de participar.
Yo es la
primera vez que aprendí algo cantado como un Kyrie. Me quedó muy grabado que
esto era como rezaban los primeros, en griego.
También con
las posturas me costó mucho. Como gestos que nadie hace, como levantar las
manos. No sé si lo voy a lograr. Entiendo la propuesta, pero tampoco quiero que
sea un impedimento para concentrarme.
Encuentro muy
importante el escuchar las lecturas, la Palabra, con los ojos cerrados. Pero yo
nunca lo hacía con los ojos cerrados sino que miro la boca del lector. Me
parece que el cerrar los ojos llama la atención con un gesto que nadie hace y
no quiero hacer algo diferente de los demás
-
Pero nadie la está mirando (el
mirar los labios también en un gesto que nadie hace).
El conocerlos a todos en el camino.
[Siguieron
muchas risas, en intercambio de opiniones, también contrapuestas]
21) Aprendí mucho. Me gustó el canto gregoriano. Una experiencia
inolvidable. La volvería a hacer. Me gustaría con la familia, para poder
también compartirla.
22) Yo tengo una especie de memoria fotográfica y me han quedado ciertas
imágenes lindas de la peregrinación.
La primera fue – parece un cuadro - en la Catedral de Canelones, con la
iluminación natural de la iglesia, de lado, a la mañana. Y los tres chiquilines,
creo que eran Valentino, Juan y el otro chiquitito, vestidos de alba, caminando, jugando, pero se portaban bien, preocupadísimos
porque no encontraban las velas. Yo digo, ¡pah! ¡qué lindo!
También a Valentino, a los chiquilines y
a las niñas, mientras caminábamos en la peregrinación cantando Regina coeli y
cantando Salve Regina. Sigue dando criollos …
La Hermana en un momento en que una niña
se cansó. Ella no pensó en los
kilómetros que faltaban, agarró un paraguas, agarró la niña y para adelante.
Y después un montón de gestos de ayuda,
con los chiquitos, era una familiaridad muy linda. Y una cosa que sólo se crea
en la catolicidad. Vuelvo a las imágenes que yo tuve de lo lindo y el orgullo,
¡qué lindo es ser católico! ¡qué lindo seguir a Cristo!
Y después, bien, en el asunto de la Misa,
yo estoy ya más habituado, aunque a veces pierda el hábito de rezar. Me hace
como una especie de CTI. Un poco como una refrescadita, y ya está . Un montón
de años con Monseñor, ya como tres años.
En realidad no es nada imposible, no hay
impedimento pastoral, en mi opinión, en llevarlo a la práctica en las
parroquias. Hay que tener voluntad, me parece.
Y la presencia de que los jóvenes se
interesen por eso. Y lo importante es llevar y mostrar la propuesta, sin miedo,
a los consejos parroquiales.
Por ejemplo, los laicos pueden rezar el Oficio, en la parroquia, aún si no está el
sacerdote.
Y también estas experiencias nos hacer
ver qué es lo propio de nosotros los laicos, porque no tenemos que depender en
todo de los sacerdotes.
23) Cita a San Francisco de Sales: no tomar como voluntad de Dios aquellos
inconvenientes que nos hacen salir del mundo.
Porque este inconveniente, ¿es voluntad
de Dios que yo no venga a acá? ¿o que no rece? ¿o que no esté dispuesto a
cantar?
¿cuál es el inconveniente que me está
trancando, y Dios capaz que quiere que yo mire un poco más lejos?
Me ayudó vivir este peregrinar, cada uno
tiene su acontecer en la vida. Piensa, ¿capaz que Dios no quiere que haga esto?
Replantearse a veces, qué es lo que me
está sucediendo. Quizás esto es lo que me gusta, me da paz, porque me siento
tranquilo. En realidad estoy haciendo algo que me resulta cómodo y no me
entrego, no doy eso de mí, que en realidad me cuesta.
En su comodidad, uno dice “Dios quiere
esto”.
Y, siguiendo con San Francisco de Sales ver
cuál es la voluntad de Dios, no tomar el impedimento como su voluntad, porque
no me ayuda salir del mundo.
Después dar gracias a Dios por todo esto,
sin dudas, además de agradecer a todos, quiero agradecer a Francisco, que tomó
un rol, que capaz salió de su situación y en estos casos muchas veces hay que
resolver cosas muy cerca y seguir adelante.
Porque la experiencia de llegar con todo
resuelto, no sé en qué lugar se da.
Dar gracias a Monseñor, sin dudas, que es un
referente en muchos casos y
personalmente también.
Por supuesto, y lo hablábamos con Alicia,
verlo a él, y ver todo reflejado también a los niños; si ellos caminan ¿cómo no
seguir para adelante? En ese espíritu de misión, salir adelante, no se puede
parar.
Voy a cerrar con algunas palabras.
Agradeciendo a muchos y muchas cosas.
Aquí y en otros lados. Nos dieron de
comer. Hasta demasiado bien, para la peregrinación. Hay detrás una cantidad de
servicios.
Doy gracias a Dios porque, como mi madre,
soy muy tenaz. Cuando veo una cosa que hay que hacer, la llevo adelante. Doy
gracias por haber llegado. Porque realmente era una locura, en cálculos
humanos. En algún momento me quería borrar, porque era imposible.
Pero gracias a Dios, está.
Vuelvo a repetir el centro era, por un
lado, la Virgen María y, por María, Cristo en este año de gracia.
Y una renovación, un granito para la
renovación de la Iglesia que es por el culto. Por otra parte, la Iglesia es
eso, el culto.
La Iglesia es el pueblo consagrado al
culto a Dios.
Por supuesto en la Iglesia hace muchas
cosas, tiene muchas obras: hospitales, escuelas. Algunas existen en una época,
otras pasan. La Iglesia que verán estos
chicos va a tener muchas menos obras, que la que nosotros conocimos;
porque muchas cosas no se pueden mantener.
Pero, en cambio, no puede dejar de estar
dedicada y no dar culto a Dios. Y que su culto esté bien hecho en todo sentido.
Por ahí, aportamos .
Y también comprometerse con los pocos
medios que hay. Nosotros tenemos dos Misas solemnes en cada mes.
Porque en parte la educación es por ahí.
La Liturgia se aprende con Liturgia. Claro que puede haber antes y después
ensayos. Pero, en verdad, se educa el pueblo en la Liturgia, se va metiendo en
eso. Por ejemplo, ahora el Padrenuestro cantado en latín ya no suena raro ¿no?
En parte se trata de eso, unas cuantas veces y se entra.
Yo los invito a seguir.
No creo que haga otra peregrinación.
Podría hacer lo que hacía antes: un campamento, en un lugar, por ejemplo, en
Parque del Plata, que tiene una capilla muy linda y los espacios para estar. Es
mucho más fácil. Son tres días estables. Es mucho más fácil. Tiene también más
tiempo para la parte formativa.
Creo que una como ésta, no la haría. Si
hay otros que la hacen, la apoyaría.
Pero no la haría. Es muy pesado. Quizás una cosa más
acotada.
Demos gracias a Dios por lo que hicimos.
Por otra parte, otro tipo de organización
es mucho más costosa.
-
¿le alcanzó la plata?
No sé, porque no hice cuentas. Tampoco sé
de las comidas qué es lo que nos regalan y lo que tendré que pagar.
En Canelones nos regalaban 30 platos,
pero fuimos muchos más.
Tampoco puede ser que el que quiere se va
cuando quiere. Porque nos prepararon comida para 50 y ya no éramos 50: no es
respetuoso con los que nos recibieron y regalaron la comida. Eso realmente no
me parece bien.
Si quieren hacer una especie de
campamento en un lugar, con liturgia y ensayos y formación, podría ser. Quizás
se puede hacer una peregrinación corta.
También hay que ver los espacios que nos
dan. Por ahora el P. Fabián Parque del Plata me lo da.
Bien. Yo estoy muy contento.
Doy gracias a Dios lo que fue hecho por
mí, por ustedes, por gracia de Dios.
Y se mostró que se puede. Se puede
caminar. Se puede convivir. Y se puede celebrar el culto bien.
Y no es sólo los sacerdotes, tanto los
sacerdotes como los laicos.
Vamos al almuerzo.
-
¿Nos podemos sacar una foto?
-
A las 15.30 tenemos las
vísperas. Nos juntamos 15.15 en la puerta de la Catedral y nos sacamos la foto
los que estemos.